Kennicott, mina de cobre entre glaciares

Kennicott, mina de cobre entre glaciares
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Tras unos días por la región de Fairbanks y tirar hacia el sur, amanecimos en Paxon Lake, desde donde pusimos rumbo dirección a McCarthy para visitar Kennicott. Por el camino en la Richardson Higway nos íbamos parando bastante para disfrutar y fotografiar el paisaje, que era de postal.

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También paramos en Glennallen para llenar el depósito y comprar comida para los próximos días, ya que por el camino nos sería difícil, hasta llegar a Chitina donde cogeríamos la carretera hasta McCarthy, para nosotros de las peores que conducimos en Alaska, y más si vas con una autocaravana como era nuestro caso.

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Al llegar a Chitina, el último pueblo antes de coger la carretera de McCarthy para adentrarnos en el Wrangell-St. Ellias National Park, hay una señal que te indica de los peligros de la carretera, que es de grava.

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¿Encontráis al monstruo come destinos?

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Merece la pena el camino de dos horas bastante movido por los baches, en el que cruzamos el río Cooper por un puente de casi 90 metros. A nuestra llegada nos encontraríamos el Glaciar Root y Kenicott.

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Al final de la carretera no hay nada, sólo un “camping” en el que nos quedamos por 10$ la noche, ese día decidimos quedarnos a descansar. Al día siguiente cruzamos un puente peatonal desde el camping, ya que con tu vehículo no puedes pasar hasta McCarthy. Nos levantamos bastante pronto para coger sitio en el bus que te lleva montaña arriba a Kenicott, ya que son pequeñitos y si no entras debes esperar al siguiente que pasa a la hora. Otra opción es hacerte la caminata desde McCarthy a Kenicott.

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Kennicott es un antiguo pueblo minero que cerró su mina en 1938, el cual en estos momentos se encuentra en restauración por el deterioro que sufre a causa de las bajas temperaturas de la zona y por el paso del tiempo. Kennicott fue una de las minas de cobre más ricas del mundo, y antiguamente estaba constituido por el edificio central, la planta de concentración y molienda (en estos momento la más afectada), también tenía talleres, almacén, una estación de tren y por supuesto las casitas de los trabajadores.

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Una vez allí dimos una vuelta por el pueblo, fotografiamos las antiguas casas y disfrutamos de la tranquilidad y el aire que se respiraba allí, también como los obreros trabajaban en restaurar unos edificios con mucha historia. Además es uno de los lugares menos visitados de Alaska por su difícil acceso y éramos pocos los que estábamos allí.

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Desde allí sale una ruta por el bosque que iniciamos, más adelante nos metimos por un desvío que te conduce hacia el glaciar Kennicott, y cuando llegamos caminamos por él unos cuantos metros, pero vimos que si no llevas la ropa y el calzado adecuado es muy arriesgado andar por él.

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Después volvimos a retomar el camino por donde nos habíamos desviado para seguir con nuestra ruta, la que nos llevaría a otro glaciar bajo una antigua mina en lo alto de la montaña, pero a mitad de camino para nuestra sorpresa nos encontramos con un chico que nos dijo ¡black bear! Al principio creíamos que estaba de broma, pero cuando nos acercamos comprobamos que a menos de 10 metros allí estaba el oso negro, acercándose al camino. Nuestra reacción fue inmediata, salir cuanto antes de allí, si seguíamos y nos lo encontrábamos en el camino podía pasar cualquier cosa. La verdad que durante todo el camino hay cartel que te va indicando que hay osos, que hagas ruido y sobre todo si te lo encuentras que nos corras y que le hables como si fuera una persona, vamos yo no sería de las que se quedaría hay hablándole, seguramente saldría corriendo. Decidimos volver sobre nuestros pasos quedándonos con la ganas de termina la ruta.

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Después de nuestra caminata accidentada por el bosque y cenar, decidimos terminar el día tomándonos unas merecidas cervezas con vistas al glaciar y al río, y para que os hagáis una idea la foto de abajo es de las 11 de la noche (en pleno verano sólo hay unas pocas horas de oscuridad). Al día siguiente tomaríamos rumbo a Seward donde nos esperaría un crucero bastante movidito.

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Aquí podéis ver el vídeo que hicimos de nuestro viaje por Alaska.

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16 Comentarios

    Espectacular chicos! y vaya con hablar tranquilamente al oso! Yo también saldría corriendo seguro! jejeje

    WomanToSantiago

      Author

      Yo seguro que habría corrido jajaja! Es lo que dicen que debes hacer, pero a ver quien es el valiente que lo consigue

    Quaderns de Bitàcola 10 diciembre, 2013 Responder

    Uuuuuauuu chicos! Que pasada los glaciares, esto es demasiado! Un día «de estos» tenemos que hacer un viaje por esas tierras, es como hacer un viaje al pasado y meterte en un película con esas casas de pueblo minero!

    Que sigáis disfrutando!

      Author

      Alaska es demasiado, si tenéis ocasión debéis visitar este lugar, como decís es de película! saludos!

    bonitas experiencias,y geniales paisajes…
    el momento oso ya me lo imagino, para salir corriendo,porque qué le dices al oso!!!!!

    De Ilusion a Recuerdo 11 diciembre, 2013 Responder

    Chicos!!! Mil gracias por trasladarme de nuevo a Alaska. Qué recuerdos!!
    Veo que os atrevistéis al final a recorrer la McCarthy Road con la caravana … ¿ a qué merece la pena saltarse la prohibición je,je? La carretera es una chulada. El lugar es una pasada, me alegro que lo incluyeráis en la ruta. Nosotros nos dimos el palizón a subir a Kennicott andando desde el camping y luego además hacer el trekking por el glaciar con los crampones (hay un post sobre esta actividad con más info práctica en mi blog)Y el pueblo mola mucho es rollo el antiguo oeste ¿verdad?

    Seguir disfrutando vuestra aventura y dádonos envidia sana a los demás.
    Un saludo viajero
    Patricia

      Author

      Claro que merece la pena conducir por la McCarthy Road, se llega a uno de los lugares más auténticos de Alaska! Bufff pues menuda subidita a Kennicott andando, no? jejeje! Saludos!

    Eva - Una idea, un viaje 11 diciembre, 2013 Responder

    Como mola! Cómo me gusta la ruta que estáis siguiendo ^^ Y las fotos son espectaculares!! Alaska es sin duda un lugar de esos que te roban el corazón. En cierto modo este post me ha recordado mucho al viaje que hicimos este verano por Islandia. Este tipo de regiones poco pobladas desprenden magia y desbordan naturaleza. Me encanta :)

      Author

      Gracias Eva! De momento Alaska es de los lugares top de nuestra vuelta al mundo :) No conocemos Islandia, pero nos encantaría ir, seguro que tiene parecido :)

    Inés- Mis viajes por ahí 11 diciembre, 2013 Responder

    Cómo me gustan este tipo de sitios! La primera foto del pueblo de Kennicott es una pasada.

    ¡Vaya tela! Casi os topáis con un oso!! ¿En serio hay que hablarles?
    Muy chulo el sitio.
    Saludos!!

      Author

      Casi casi, menos mal que encontramos al chico que le había visto antes. Sí está todo lleno de carteles que pone que hagas ruido, hay gente que lleva un cascabel en la mochila, nosotros ibamos cantando jejeje! el caso es que los osos se den cuenta que hay alguien, porque ellos también evitan el encuentro. saludos!

    Precioso lugar el que nos traes en esta ocasión una maravilla
    vamos siguiendo vuestra aventura ansiosos y queremos mas , asi que estamos expectantes a la proxima
    abrazos

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