Ushuaia, el fin del mundo
Queríamos llegar hasta donde la tierra termina. Donde las montañas de los Andes se cortan. Donde finaliza la carretera panamericana tras 25.000 kilómetros serpenteando por el continente americano desde Alaska hasta el sur de Argentina. Queríamos llegar a la ciudad más austral del mundo. El lugar en el que acaba todo. O que empieza, si nos asomamos al continente helado. No sabíamos muy bien que encontraríamos, pero la atracción era demasiado fuerte… Y llegamos a Ushuaia, el fin del mundo.
Ushuaia, conociendo el fin del mundo
Desde la ventanilla pudimos ver desde arriba el canal de Beagle y las montañas nevadas que componen el final de la Patagonia, y aterrizamos en Ushuaia a las 9 de la mañana tras un cansado viaje desde Iguazú con escala en Buenos Aires, donde habíamos pasado una larga noche en el aeropuerto. Una vez en el centro de la ciudad dimos un paseo de reconocimiento por la Avenida San Martín, la calle comercial donde se concentran la mayoría de tiendas, restaurantes y demás. Hay algunos bancos, pero tal y como está la situación en Argentina es impensable hacer uso de un cajero ya que perderías casi la mitad del dinero con el cambio actual (al menos cuando estuvimos, en octubre de 2013), así que recordad que hay que llevar euros o dólares americanos a Argentina e ir cambiando, aunque Ushuaia tampoco es el mejor sitio para hacerlo y conviene llegar ya con pesos argentinos. Los edificios son casas bajas y aunque la ciudad no es muy grande, poco a poco se va extendiendo hacia la montaña. Las calles en perpendicular al mar tienen una fuerte pendiente que nos llevaron hasta el paseo marítimo, donde puedes apoyar la mano en la última barandilla del continente.
Entre los lugares y actividades más populares que ver y hacer en Ushuaia están el Museo del Fin del Mundo, un buen lugar para conocer la historia y orígenes en Tierra del Fuego; el edificio del Presidio donde en el interior se ubica el Museo Marítimo; y también montar en el Tren del Fin del Mundo, la locomotora más austral del planeta que es parte de la historia de los presos que levantaron la ciudad. Os sugiero estos lugares aunque nosotros no visitamos ninguno de ellos por sus altos precios… Otra excursión popular es la subida hasta el glaciar Martial, aunque por lo visto no es un glaciar como tal y lo único destacable son las vistas de la ciudad desde lo alto. Y por supuesto, no puede faltar la típica foto en el cartel de «Ushuaia fin del mundo» al lado del puerto.
Sí que visitamos la Casa Beban, un museo con la historia de la ciudad y de una de las primeras familias más importantes de Ushuaia. Contemplamos encallado en la bahía el viejo barco remolcador Saint Christopher, y fuimos a tomar algo caliente a El Almacén, una cafetería-restaurante muy curiosa de estilo francés repleta de antigüedades donde nos resguardamos del frío, pese a que no era la peor época, los inviernos aquí tienen que ser tremendos… Varios carteles te indican algunas distancias desde Ushuaia, por ejemplo «sólo» 1.360 kilómetros la separan de Nueva Zelanda, y es el lugar más próximo a la Antártida a unos «escasos» 1.000 kilómetros. En la Oficina de Turismo nos sellaron el pasaporte con el logo del faro y el lema de la ciudad, que no se diga.
El 12 de octubre tuvimos la suerte de coincidir con la celebración del 129º aniversario de la ciudad, y disfrutamos del ambiente festivo con música y desfiles por las calles. También había barbacoas populares en las que nos zampamos unos choripanes, lo que viene siendo un bocadillo de chorizo a la parrilla. Un monumento muy curioso que me llamó la atención es la Cápsula del Tiempo Philco, donde están guardados unos vídeos con mensajes de cientos de argentinos que se grabaron en 1992 y que estarán guardados allí hasta 2492, cuando 500 años después se abrirá para mostrar al mundo del futuro los pensamientos e inquietudes de sus antepasados. Mola el experimento, ¿no?
Navegando por el Canal de Beagle
Una de las cosas que más ganas teníamos de hacer en Ushuaia era navegar por el Canal de Beagle, un estrecho de 321 kilómetros que separa la Isla Grande de Tierra del Fuego de las islas del sur del archipiélago fuegino. Hay varias agencias que ofrecen excursiones y nosotros nos decantamos por Patagonia Adventure Explorer, que ofrecía un recorrido de 4 horas hasta el Faro Les Eclaireurs y desembarco en la Isla Bridges (aunque finalmente no se pudo hacer por las corrientes), nos costó 380 pesos, aproximadamente unos 28 euros en ese momento. Hay dos salidas diarias, una a las 9h y otra a las 15h.
Según nos alejamos de la Bahía de Ushuaia obteníamos unas vistas geniales de la ciudad bajo las grandes montañas, nuestra guía nos comenzó a explicar un poco de historia del canal, la navegación y la fauna que habita en sus aguas. Durante el recorrido teníamos bebidas calientes como té, café o chocolate y pastas para picotear, aunque si se tiene el estómago delicado es recomendable no abusar, no vayan a salir antes de tiempo por los vaivenes del barco… Yo pese a lo delicado que soy con el tema de las travesías moviditas, por suerte no tuve ningún contratiempo jejeje.
Observamos colonias de lobos y leones marinos que remoloneaban en pequeños islotes, y también varias especies de aves entre las que destacaban las colonias de cormoranes reales e imperiales, unas aves acuáticas que para pescar se sumergen llegando a estar hasta un minuto bajo el agua.
Y por fin llegamos al famoso Faro Les Eclaireurs, que en francés signica «los exploradores» o «los iluminadores», conocido mundialmente como el faro del fin del mundo. Se suele asociar errónamente con la novela de Julio Verne que lleva ese nombre, ya que en realidad el libro está inspirado en el Faro de San Juan de Salvamento en la Isla de los Estados, la última porción de tierra ya fuera del canal. Pero la portada del libro se ilustra con este faro, que es más fotogénico y eso ha hecho que sea reconocido de esta manera. Sea como sea, es el símbolo de Ushuaia y un icono de lo inhóspito, de aventura, y navegar hasta allí es una experiencia que como viajeros habíamos soñado más de una vez.
Como en casa en el fin del mundo
Quien nos iba a decir que nuestra primera experiencia en Couchsurging, una de las mejores maneras de conocer a gente local por todo el planeta, iba a ser precisamente en Ushuaia, en el fin del mundo. Víctor, un francés dicharachero; y Bruna, una portuguesa que era todo amor; nos abrieron las puertas de su casa y los cuatro días que estuvimos allí hicieron de nuestro paso por Ushuaia muy especial. Nos enseñaron la ciudad, nos hicieron un típico asado argentino, cocinamos con ellos, brindamos con sus amigos, y nos contamos mil historietas con las que pasamos momentos únicos. Y es que hay veces que los compañeros de viaje improvisados son de lo mejor que te puede pasar en un lugar.
Visita al Parque Nacional Tierra del Fuego
Teníamos reservado un coche de alquiler para visitar varios lugares por la zona, como el Paso Garibaldi o Puerto Almanza, pero tuvimos problemas con la tarjeta de crédito y al no poder utilizarla para bloquear el dinero de la fianza del coche no pudimos alquilar… Cosas del directo, así que fuimos al único lugar que se puede llegar en transporte público, el Parque Nacional Tierra del Fuego, al que finalmente resultó mejor llegar en autobús porque las rutas que se hacen a pie tienen un punto de partida y de llegada diferentes en los que el bus te recoge y con el coche sería un inconveniente.
El autobús ida y vuelta de Ushuaia al parque nos costó 150 pesos, y la entrada 110 pesos, con la que te dan un mapa e información de las sendas que se pueden hacer según la época del año. Nos bajamos del bus en la Bahía Lapataia, la última parada del parque y que supone el final de la Ruta 3 donde termina la mítica carretera Panamericana. Desde allí hicimos una ruta de unos 5 kilómetros hasta el Centro de Visitantes.
Atravesamos el frondoso bosque, cruzamos el río y paseamos junto a los turbales y la Laguna Negra. Sorprendente ver las castoreras y el efecto devastador que los castores que se introdujeron en los años cincuenta han provocado en el entorno, más sabiendo que fue con fines peleteros y una producción que nunca se alcanzó. Estos animalitos no tienen predadores naturales y cortan árboles a su antojo para alimentarse de las hojas, limar sus dientes de crecimiento continuo y construir diques que acojan a la colonia familiar, para lo que arrasan bosques a su paso.
Las aves más representativas del parque son las simpáticas carancas, que siempre van en pareja, y nos cruzarnos también con el precioso zorro colorado, que lejos de ser difícil de ver cada vez está más acostumbrado a la presencia del hombre por los irresponsables que los alimentan, por lo que se acercan a la carretera y a parte de invadir sus hábitos pueden ser atropellados. Aprovecho para concienciar de que no se debe dar de comer a ningún animal salvaje, ni aquí ni en ningún lugar, respetemos la naturaleza que es lo más bonito que tenemos.
Terminamos la visita en el Centro de Interpretación del Lago Roca desde donde salen varias caminatas, y después de tomar algo calentito allí mismo tomamos el bus que nos devolvió a Ushuaia. Fueron unos días geniales a los que sólo nos faltó para redondearlos hacer una de las expediciones más deseadas: La Antártida. Ushuaia es la puerta de entrada al continente blanco, desde donde salen los barcos de turistas y la temporada estaba a punto de comenzar con la mejor época en apenas un mes, pero por más que miramos en el monedero (como veis en la foto) no conseguimos rascar los 3.000 euros por cabeza que cuesta el pasaje. Ése es uno de los grandes viajes que tarde o temprano nos gustaría hacer en la vida, así que espéranos Ushuaia, que volveremos a encontrarnos… wink
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¿Qué si me ha gustado? me ha encantado! :-)
Y la verdad, una pena lo de los 3.000€, sí, jijijijiji. Bueno, ya tenéis excusa para volver.
Me quedo con pena también de que no continuarais vuestra vuelta al mundo y disfrutar de una crónica como esta por ejemplo de Angkor Wat pero estoy segura de que llegará, verdad? Un beso!!!
Que bien que te haya gustado Aitziber! Por desgracia lo de la Antártida tendrá que esperar… jejeje
Lo de Angkor Wat es otro de los sueños pendientes, algún día, esperemos que pronto, nos encantaría dejarnos caer por allí :) Un abrazo!
Qué bien me hubiera venido este post a principios de año.
Llegar a Ushuaia también fue para mí un sueño.
Esa extraña sensación que se siente en los confines de la tierra y ¡Ya te digo que hacía frío!
Ohhhh no sabía que en la oficina de turismo te sellaban el pasaporte :(
Totalmente de acuerdo sobre lo de alimentar a los animales. Un zorro se me acercó y olía la funda de la cámara…. le pude ver de cerca pero una pena.
Saludos!
Pues Iciar ya sabes que te toca volver para sellar el pasaporte ;) Lo de los zorros es una lástima, a nosotros no se nos acercó tanto, pero sí que les vimos acercarse a los coches y asomarse entre los arbustos cuando ven a las personas para ver si les dan algo… :( Saludos!
Maravilloso post y maravillosa experiencia. Debe ser increíble. Saludos viajeros!
Gracias Ana!
Estimados Amig@s: cuando lleguen a Buenos Aires, no cambien su dinero (dolares o euros) en las agencias del aeropuerto ni en los bancos (les pagaran muchisimo menos!). Haganlo en comercios o en casa de cambio (pregunten a cuanto cambian sus monedas a «valor del dolar o euro paralelo», que es un 50 % o mas del valor oficial). No olviden regatear los precios, para obtener asi algun descuento. Tengan presente, ademas, que la mejor epoca para visitar la Patagonia, es la menos fria (y temporada alta) que aqui corresponde al verano (diciembre-enero-febrero). Si desean visitar los glaciares deben obligadamente pasar por El Calafate; y si desean hacer avistaje de ballenas, el lugar ideal es Puerto Madryn.
Les comento todo esto como argentino que soy, y porque me encanta el turismo de bajo presupuesto.
Suerte, y a seguir conociendo el mundo que aun nos falta mucho por recorrer!
Daniel
Gracias por tu comentario Daniel, y los tips para viajar por Argentina! Eso, a seguir viajando que nos queda mucho por conocer :)
Excelente artículo y comentarios. No observé que mencionaran algo relacionado a las luces australes o aurora austral, ¿Se puede ver la aurora austral desde Ushuaia?, ¿que meses son los mejores para ver la aurora austral?. Muchas gracias!!
Impresionante viaje, qué envidia!!! He llegado a vuestro post porque me estoy liando la manta a la cabeza para ir a la Antártida y atravesar el Círculo Polar Antártico (hace 3 años ya estuve en el Ártico para ver las Auroras Boreales).
Al respecto de ésto, aprovecho para comentarle a Karla que los mejores meses es en invierno (de Abril a Septiembre), al igual que para ver las Boreales los mejores meses son de Octubre a Marzo. Realmente no sé si se verán desde Ushuaia pero incluso desde la Antártida tampoco son fáciles de ver salvo que estés muy adentro (y es una pena porque era uno de los alicientes con el que pensé en viajar allá).
Sobre el precio del pasaje, 3000€ es «baratísimo». ¿Dónde habéis visto esos precios? Yo estoy mirando para ir ahora con precios last-minute a finales de este mes y sale por 6000 € (el 50% de su precio normal) y los precios que me dan para ir en 2018 es entre 10.000$ y 24000$ (cruceros de 14 días que atraviesan el Círculo)